Steve Jobs: UN GURÚ PARA LOS INFORMÁTICOS, UN HEROE PARA MUCHOS

Hace unos días el mundo ya no cuenta con su presencia, y una tristeza infinita se apoderó de las redes. Un hombre simple pero grandioso. Un corazón dulce pero fuerte. Un hombre maravilloso, que intentó vivir la vida como si cada día fuera el último...hasta que lo fue. Así era él. 

Para muchos fue un maestro, aunque también tuvo detractores que criticaron lo cerrada y comercial de su propuesta. Para quienes agradecían sus productos, fue un ídolo. Incluso en Los Simpson quedó retratada para siempre esa fidelización que las nuevas generaciones a nivel mundial le profesaban. Pero para los demás, para los que nunca habían escuchado su nombre, a ellos talvez les sorprendió tanta difusión. 
Solo recuerdo tanta emoción general con la muerte de Lady Di o la Madre Teresa de Calcuta. Pero este señor, era un hombre de la informática y los negocios. No era graduado universitario. No provenía de una familia acaudalada. Y había caído, para luego levantarse más de una vez. Era un hombre común, pero venía con un alma aventurera. Sabía lo que quería, o por lo menos estaba seguro que lo sabría cuando lo tuviera enfrente. 
Valiente hasta la muerte. Para nadie es fácil dejar lo seguro para seguir un camino incierto. Él lo hizo. Su coraje lo impulsó, o talvez su corazón... Lo que diferencia a Steve de cualquiera de nosotros, está en que el leyó una frase que todos alguna o varias veces en la vida nos hemos repetido, pero el si la cumplió. Preguntémonos más seguido y seamos fieles a nosotros mismos: "Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a puntode hacer hoy?" El se animó y más de una vez dijo: No. Gracias a esas negativas hoy nuestro mundo es diferente. ¡Gracias y hasta cualquier momento Steve Jobs!

 
Mónica Viera Gómez