Un mito que cae, es una promesa que nace.

No siempre la educación fue como la conocemos hoy en día. Pasó por diferentes estadios y ha variado también según el área geográfica que analicemos. 

Acercándonos a nuestra realidad educativa, aún está fuertemente arraigada la concepción vareliana. Desde la disposición de los muebles hasta la jerarquización de los elementos. 

Mucha agua ha corrido desde entonces. La sociedad ha cambiado, se ha incorporado, forma parte de un mundo globalizado que presiona y logra abrir nuestra cabeza a nuevas realidades e ideas. 

Las tecnologías nos permiten nuevos formatos, nuevas posibilidades. Yo las defino como herramientas democratizadoras. Por más que me digan que no todos pueden acceder -que es cierto-, reconozcamos que siempre hubo un sector discriminado económica y socialmente, pero esta brecha tiende a disminuir. El conocimiento era de unos pocos que sabían leer, luego fue de unos pocos que podían acceder a las primeras recopilaciones, más adelante nace el periódico. La información se distribuye, el conocimiento se comparte. 

Las TIC abren un nuevo frente y prometen la inclusión de todos. 
Aquí empieza a morir un mito que permaneció durante siglos: el profesor iluminado. 

No es que los docentes no seamos una pieza clave en la formación de las nuevas generaciones, lo somos. Pero lo discutible es la concepción que se tenía de ese rol. 

Desde Piaget cada vez se impone más el pensamiento constructivista*: el alumno centro de su aprendizaje. 

Con las TIC y el e-learning toma fuerza el aprendizaje colaborativo: todos aprendemos de todos, todo el tiempo. El trabajo colaborativo nos permite incorporar nuevas visiones, entender otras ideas, desarrollar conceptos. Yo creo firmemente en este concepto. Aprendo tanto escuchando, observando, analizando en conjunto, que este se ha vuelto mi gran motivación.

Para dejarlos reflexionando les adjunto un video que presenta un concepto muy interesante al respecto.

*El constructivismo es una corriente de la didáctica que se basa en la teoría del conocimiento constructivista. Postula la necesidad de entregar al alumno herramientas que le permitan crear sus propios procedimientos para resolver una situación problemática, lo cual implica que sus ideas se modifiquen y siga aprendiendo.Uno de sus mayores referentes es Jean Piaget

El constructivismo en el ámbito educativo propone un paradigma en donde el proceso de enseñanza-aprendizaje se percibe y se lleva a cabo como proceso dinámico, participativo e interactivo del sujeto, de modo que el conocimiento sea una auténtica construcción operada por la persona que aprende (por el «sujeto cognoscente»).

Se considera al alumno como poseedor de conocimientos que le pertenecen, en base a los cuales habrá de construir nuevos saberes. No pone la base genética y hereditaria en una posición superior o por encima de los saberes. Es decir, a partir de las conocimientos previos de los educandos, el docente guía para que los estudiantes logren construir conocimientos nuevos y significativos, siendo ellos los actores principales de su propio aprendizaje. Un sistema educativo que adopta el constructivismo como línea psicopedagógica se orienta a llevar a cabo un cambio educativo en todos los niveles.